Lechuza campestre del bosque y del valle de Ñuble.
¡¡Cuidad a Alejandría!!
No permitas que el frío de la escarcha queme tus pies
y el de las viñas.
¡¡Vigilad a Alejandría!!
No dejes penetrar al bicho y su plaga.
¡¡Cuidad a Alejandría!!
No dejes sangrar a la vid por el río Itata.
¡¡Velad a Alejandría!!
No descuides el grano gordo amante del sol y el mar.
¡¡Cuidad a Alejandría!!
Ella será el sustento de hombres con piel de tierra partida.
¡¡Cubrid a Alejandría!!
A fines de marzo, termina con todo y descansa.
¡¡Dejad a Alejandría!!
Ahora puedes volar embotellado; blanco y dulce.
Nadar espumado por el aroma de tus alas.
Dejad morir en la copa,
a Moscatel de Alejandría.
