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Mujeres sobre plataformas: Drag Vintash

Autora: Hellen Hernández Perdomo
Corregido por Laura De Buen Visús

Lorena Socorro, una apasionada del carnaval de 19 años, se ha subido a las plataformas y marca el ritmo en los escenarios. Con espíritu retro, se convierte en Drag Vintash. Se ha conseguido abrir camino en todas las galas de la isla de Gran Canaria y ha podido cumplir uno de sus grandes sueños: ser participante de la preselección drag del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Con ello, ha querido reivindicar que en este mundo todos son bienvenidos, y que cada uno posee su propio espacio donde desarrollar su vena artística. Es un ejemplo de cómo mujeres y hombres pueden desatar su imaginación y luchar por un sueño. Requiere tiempo, esfuerzo, paciencia y ganas de emprender en un mundo donde, afortunadamente, los prejuicios y la vergüenza no existen.

La hemos entrevistado para conocer tanto su visión de este mundo como su experiencia personal, y aquí os traemos el resultado.

Entrevistadora: ¿Cómo y cuándo comenzó Drag Vintash?
Lorena Socorro: Todo esto comenzó a raíz de la Gala Drag Queen del 2012. No paré de ver los vídeos durante todo el año, conocía todas las canciones, las coreografías… Me dije que, algún día, cuando tuviera 18 años, participaría dentro de un show. Empecé en agosto de 2019, en una gala del barrio de San Lorenzo. Fue por casualidad, ya que lo veía muy lejano debido a que es mucho esfuerzo y mucha gente depende de ti y tú de ellos.
Para poder hacer esto posible, las plataformas las conseguí gracias a Drag la Tullida, y la fantasía me la cedió Drag Eiko. Así, pude comenzar y hacerla mía.

E.: ¿Cuál fue el proceso por el que tuviste que pasar para poder tener todo el proyecto finalizado?
L.S.: Depende del proyecto; para mí, las actuaciones en los barrios me resultaron muy importantes, sobre todo para poder comenzar. Estas se hacen durante todo el año, y me sirvieron para coger tablas. Yo nunca me había subido a un escenario ni había bailado, ni tan siquiera estaba relacionada con gente de este mundo. Me ayudaron, principalmente, como ya he dicho antes, Drag la Tullida con las plataformas y Drag Eiko con la fantasía y montaje musical. También el diseñador con el que creamos el primer vestuario y dos bailarinas maravillosas. No quería albergar demasiado trabajo para los barrios porque simplemente me quería mostrar.

E.: ¿Cómo vive una chica el mundo drag queen en primera instancia, siendo tradicionalmente un mundo de hombres?
L.S.: Es cierto que la Gala Drag Queen —que comenzó en Las Palmas de Gran Canaria en 1998— ha sido enfocada desde el primer momento a los hombres, sobre todo en el colectivo LGTBI. Pero, poco a poco, gracias a mujeres fuertes y valientes y otra clase de público, se consigue que sea drag siempre que se sienta drag. Esto sirve, sobre todo, como modo de expresión artística, resultando muy beneficioso.
He tenido la suerte de tener a tres mujeres, antecedentes a mí, que me han abierto la mente. Gracias a ello, mis compañeros me han apoyado muchísimo; además, también el público y la organización me hacen sentir una más. Eso es lo bueno de este mundo: sentirte como quieras sentirte. Al ser el drag un personaje andrógino, puedes jugar con las posibilidades y transformarte como quieras, que es de lo que se trata.

E.: ¿Quiénes son los que participan junto a ti en el proyecto?
L.S.: El drag sin todo el equipo que lo acompaña no sería nadie. El espectáculo lleva mi nombre, pero sin tener conmigo a todo mi equipo no existiría ningún espectáculo. Cuento con mis cuatro bailarinas —mis cuatro niñas, que lo han dado todo para que esto salga adelante—, con las sustitutas —que están siempre al pie del cañón—, con la coreógrafa, con el diseñador Iván Artiles García, con DJ Vegas —que ha creado la música ambientada en esta fantasía tan lejana de Rusia y ha sido espectacular— y con mi familia —que siempre ha estado detrás, de un lado para otro, llevando, comprando y mejorándolo todo—. Todos han sido un apoyo fundamental.

Por supuesto, tengo también a mis patrocinadores de Alelí Perfumerías, que sin ellos ni se habría puesto siquiera la primera piedra, ni se habría dado el primer paso de baile. Son los primeros que han apostado por mí. Por otro lado, debo también agradecer su ayuda a los compañeros drags que han aportado ideas, transporte y atrezzo.

E.: ¿Tienes algún tipo de ritual o superstición antes de las actuaciones?
L.S.: Tengo una obsesión con que estoy pisando una piedra dentro del escenario, tanto de otro drag como de mi propio vestuario, y cada vez que salgo al escenario le pido a la bailarina que tengo más cerca que me toque debajo de la plataforma para ver si tengo alguna piedra. También tengo la costumbre de sentarme sola y ponerme la música para interpretarla. Algo que considero muy importante para ello es la interpretación de las caras.

E.: ¿Cuál es tu rutina de ensayo?
L.S.: Es cierto que, al empezar con el proyecto, intentábamos quedar todas las semanas y lo compaginábamos con los estudios, ya que todas somos estudiantes; teníamos que cuadrar horarios, tanto entre nosotras como con una coreógrafa. Durante los primeros ensayos se hizo bastante duro, ya que teníamos que interiorizar la música y eso implicaba muchísimos días. Actualmente, cuando se va acercando la fecha nos esforzamos más todavía, pero ahora que las galas son más distanciadas y ya tenemos todo el show aprendido quedamos una semana antes e intentamos ensayar.

E.: ¿De dónde sacas la fuerza para poder llevar a cabo tu proyecto?
L.S.: Es muy difícil, y más aún cuando estás estudiando. La verdad es que, como siempre digo: «sarna con gusto no pica», de modo que intento sacar tiempo hasta de donde no lo hay; eso quizá se complica cuando dependes de mucha gente que también colabora contigo en el proyecto, así que suelo acabar haciendo horas extra en mi vida para que todo salga bien.

E.: ¿Cuáles han sido los obstáculos que te has encontrado?
L.S.: El primero al entrar en el mundo drag es encontrar patrocinador, y más cuando eres nueva y no han visto ni cómo trabajas ni cuál es tu estilo. Luego, que te acepten tus compañeros; no por tu manera de ser ni por ser hombre o mujer, sino porque, al empezar a actuar, en tus primeras veces no te saldrán las cosas perfectas, pero ya te pueden juzgar desde un primer momento con fallos incluidos. Otro obstáculo puede ser que, al estar empezando, dependes de personas que tienen que solucionar las cosas que tú desconoces, como la música o el vestuario. A la larga, lo mejor es saber hacerlo tú, ya que con ello ganas independencia.

E.: ¿Recomiendas a más mujeres intentar adentrarse en este mundo?
L.S.: La verdad es que sí: ¡no lo intenten, háganlo! Es un mundo andrógino, no tiene un carácter concreto, de modo que pueden ser quienes quieran ser, con su personalidad y sus rarezas. Si tienen este sueño deberán currárselo, pero al final valdrá la pena con todo el amor que te da el público. No tengan miedo, es una experiencia inolvidable. Es bueno que se unan más mujeres para dar mayor visibilidad. ¡Tienen las puertas abiertas!

E.: ¿Qué les dirías a todos aquellos que se encuentran con ganas de emprender en el mundo drag y se sienten incapaces de ello?
Que se animen, que es una experiencia súper bonita tanto en el proceso como en el resultado. ¡Es maravilloso ver cómo a la gente le gusta tu trabajo después de tantos meses de esfuerzo! Será duro, pero acabarán encontrando su personalidad artística y se sentirán felices con lo que hacen.

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