Los niños regresaron a las calles con unos padres tachados de «irresponsables»

26 de abril: «los niños menores de 14 años pueden salir a dar paseos acompañados de un adulto siempre y cuando mantengan la distancia de seguridad.»
Desde el domingo, pasado miles de niños pueden salir para tomar un respiro de aire fresco, pero con una serie de restricciones.

Por fin, desde que comenzara el estado de alarma en nuestro país, a aquellas personas consideradas (según el Gobierno) como una gran fuente de transmisión de la COVID-19 se les permitió salir a «estirar las piernas, respirar aire fresco y desinhibirse de la realidad por unos minutos».

Más de cuarenta días son los que llevamos confinados, reclutados en nuestros hogares por decreto gubernamental. Solo ha estado permitido realizar salidas esenciales; es decir, comprar alimentos, ir al trabajo o sacar a pasear a nuestro perro.

Después de días con cuantitativos datos que indican una bajada en la mortalidad, y menor cantidad de nuevos contagios (cifras similares a las del comienzo de la pandemia), observamos cómo esa codiciada curva está frenando su ascenso. Así nos lo hacen ver nuestros representantes del Gobierno, quienes han optado por flexibilizar las medidas tan estrictas que se impusieron a mediados del pasado mes de marzo.

Los primeros en poder disfrutar de las nuevas medidas han sido los menores de catorce años. Especialistas sanitarios, como pediatras y psicólogos, contemplaban esta posibilidad desde hace semanas y por fin llegó. Los países de Centroeuropa ya lo estaban poniendo en práctica, siendo para nosotros una realidad muy lejana hasta ahora.

niños padres irresponsables

El presidente del Gobierno comunicó públicamente esta noticia. Lo hizo en su rueda de prensa semanal del 18 de abril, recibida con enorme gratitud por parte del colectivo más joven.

Estas salidas conllevan una serie de normas de seguridad que son imprescindibles y de obligado cumplimiento. Son las denominadas reglas UNO, que establece de forma explícita la coalición entre PSOE y Unidas Podemos: a un kilómetro máximo de distancia desde el domicilio, una hora, una vez al día y siempre con la compañía de un adulto.

La distancia de seguridad sigue siendo la misma que al principio, dos metros de seguridad, y debe seguir respetándose. Además, se pone claramente de manifiesto la imposibilidad de jugar con el resto de niños y/o compartir sus juguetes. Las salidas están permitidas entre las 09:00 y las 21:00 para así poder evitar aglomeraciones y contactos.

Aunque esta sea una medida excepcional, las recomendaciones básicas deben seguir cumpliéndose. No hay que olvidar rutinas tan sencillas como lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, no tocarse ni ojos, ni boca, ni nariz y, si se perciben síntomas, no salir del hogar.

Pero ¿estas medidas se están respetando tal y como han sido impuestas? Se han difundido a través de redes sociales varias imágenes de padres paseando a sus pequeños por ciudades y pueblos sin respetar las reglas exigidas.

En estas imágenes, podemos apreciar claramente la ausencia de medidas, siendo un fiel reflejo de una realidad bien distinta a la pronosticada. Habiéndose producido estas aglomeraciones, nos cuestionamos: ¿hasta qué punto estamos preparados para una desescalada sin que se produzca el tan temido repunte? La falta de responsabilidad por parte de algunos adultos —que, en lugar de estar velando por el cumplimiento de las reglas y por la seguridad de los menores a su cargo, se dedican a relacionarse con iguales— provoca total indignación en el resto de población que aún sigue confinada en sus casas, ya que las próximas salidas no podrán realizarse hasta llegar los plazos estipulados. La gente teme que esas salidas y esos plazos se vean afectados con duras restricciones por culpa de esos progenitores imprudentes.


La pregunta que todo el mundo se hace es: ¿quién tiene la culpa de esta situación? Podemos culpar directamente a esos padres. Tanto por ser unos irresponsables como por no seguir las directrices impuestas por el gobierno, ya que abusan de la confianza dada y no saben gestionarla de la forma en que se requiere. Los adultos, a veces, pueden comportarse peor que los niños, y así lo confirman las imágenes. ¿Se les han olvidado los miles de fallecimientos?

Quizás, también, el gobierno sea causante de esta tensa situación. Puede que sea por haber levantado la mano exisitiendo aún tan elevado número de contagios y defunciones diarias, por no haber tomado unas medidas más estrictas o incluso por no tener los medios suficientes para controlar estas medidas. Fernando Simón, portavoz del Ministerio de Sanidad y encargado de la rueda de prensa diaria, advirtió que «siempre se podría dar marcha atrás». El riesgo de un nuevo rebrote aún está presente, y debemos evitarlo por todos los medios.


¿Pondrá esta situación en peligro las salidas de deportistas permitidas a partir del próximo 2 de mayo? Este es el debate que se pone sobre la mesa: ¿irresponsabilidad parental o mala gestión de quienes nos gobiernan?


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