x-tinta

La sangre X-tinta

Se juntan los verbos todos
condenados a cadena perpetua,
lanzados al mar dentro de una botella
que lleva al cuello un cordel
atado
y una piedra despiadada al otro extremo
tratando de hacerse fondo con el fondo,
lo justo para ser «nada»
más allá de la clausura
de los ecos de este encierro.

Las manos, cajas de libros vaciadas
dejándose borrar las palabras,
frotando fuerte las palmas
contra la cara más tosca del suelo.
Los pies se hacen polvo con la tierra
como preludio del cuerpo entero.
Las espinas del dorso
recortan formas de arco en esta tarde callada.
El día se viste el rostro de crisantemos y calas,
de espumas lechosas brotando del ombligo.
La luz de una vela al otro lado del cielo
se presta a bailar con rabia el último tango.
El sordo sopor se hace letargo a sorbos.
La noche más fría se cansó de perdonar.
Resuena en este salón el crujido de una llave
dando vueltas al cerrojo de la puerta.
El sueño cierra los ojos
acobardado en una esquina… oculto tras un breve sollozo.


Comentarios

Deja un comentario

Algunas funciones de esta web usan cookies para ejecutarse correctamente. Actívalas para una experiencia óptima.    Ver Política de cookies
Privacidad