Nos privaron del vino
y nos privamos de éter.
Nos quedamos sin gasolina
y caminamos con los pies descalzos
por las veredas desprovistas de cemento.
Cuando nos quitaron la voz
hablamos con la mirada.
Con gente disimulábamos
y en la penumbra nos besábamos en braille.
Ahora que me has privado de todo
la sed no cesa,
mis pies sangran,
la gente molesta,
la oscuridad…
Bueno,
la oscuridad siempre está ahí.
