No hace demasiado tiempo,
caminando por la calle
como quien no tiene a dónde ir,
me encontré una silla con pelusilla
y, visto que no me perseguía,
desperté de la más suave pesadilla.
Desperté de la más suave pesadilla
y, visto que no me perseguía,
me encontré una silla con pelusilla,
caminando por la calle
como quien no tiene a dónde ir.
No hace demasiado tiempo,
el cuento decidió ir a destiempo
y a cualquiera confundir.
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