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Desde el claro de mis ojos - La Independiente Revista

Desde el claro de mis ojos

Cabello de fuego,
como el rojo de la caja de Marlboro.
La punta de mi cigarrillo en la noche.
El Punctum de Barthes.
El extranjero de Camus viendo el atardecer en su balcón.
Suave, como las nubes rasgadas de terciopelo
que se despiden por el cielo.


Ojos de pradera.
Luz que se filtra por el follaje.
La llama de mi encendedor antes de prender el primer cigarro.


Labios de pastel rojo.
Tesoro más codiciado por el aventurero.
Líneas que se contornean por el violín.
El veneno y la receta.
La dulce mariposa de hojaldres que venden en el barrio.


Tu mirada.
La mirada del niño
es la esperanza en carne viva,
amor por borbotones
y
calma las nubes fatigadas
desde el balcón de la Luis Ángel.
Mustang en la madrugada.
Tu presencia es la tranquilidad del cielo infinito.


Tus palabras,
hojas que se lleva el viento.
Blancas semillas de dientes de león
levitan en el aire
con el brillo de tus ojos cuando hablas
o con la gravedad que atrae la lógica a los seres.
Tus palabras son como el sol que besa la piel de los
terrestres.

Eres ese silencio en mi cuarto un domingo en la tarde,
la lluvia que golpea la ventana,
las nubes que viajan pacíficas en su lenguaje
blanco impoluto, suave como la seda.
Majestuosa y elegante,
deslumbras a kilómetros,
bella.


Las aves cruzan en bandada el precioso amanecer naranja.
Eres el tinto y el cigarro en esas noches solitarias que nunca
terminan.
La guitarra de Drexler en Asilo junto a Mon Laferte.
Los puntos suspensivos de un relato encantador.
Dulce, a la vez amarga, como ese café que te gusta tomar.
Eres el lienzo en blanco, o el papel fabriano
que inundo con mis trazos.
Eres la fotografía ampliada con un filtro cinco.
Eres el dibujo hecho con trama de alfiler,
tan variada y pura como la mancha impresionista.
La terribilità de Miguel Ángel y La Noche Estrellada de Van Gogh.
Solitaria y radiante como el café de Hopper.


Eres tan curiosa como El Jardín de las Delicias,
como Las Meninas de Velázquez,
apasionada y romántica,
tan delicada como el puntillismo de Ceurat.
Simple.
Eres el surrealismo de mi poema.

Te extraño.


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