Toda mi vida hasta un punto fue un intento. Un intento constante de entender, de encajar y de posicionarme. Por mucho tiempo pensé que había algo raro en mí. No es hasta hoy que me doy cuenta de que el problema no era yo. El problema es la crueldad del mundo, el patriarcado suministrado en la educación y el machismo en el que, poco a poco, nos hundimos.
Orgullo
A medida que pasan los años y voy regando mi jardín mental con literatura, aconteceres, vivencias y educación, cada mes de junio reflexiono sobre qué significa el orgullo. Hay que tener muy en cuenta que el verdadero orgullo va mucho más allá del capitalismo y mercadeo del arcoíris. También que el término «los gays» encajona a una comunidad más ámplia e invisibiliza a la diversidad que EXISTE como las personas no binarias, intersexuales, transexuales, asexuales, transgénero, asexuales…
Para mí significa celebrar que existimos, vivimos y evolucionamos en compañía. Sin embargo, no todo es celebración. Se trata, pues, de conmemorar los retos, atropellos y dificultades que ha atravesado toda la comunidad. Aunque cada lucha ha abierto el paso para obtener más derechos, visibilidad y respeto, estas adversidades no son del todo históricas. En el presente seguimos batallando contra injusticias, asesinatos y LGBTTTQIA fobias que nos matan, invisibilizan y encajonan.
El mes del orgullo es pensar todo lo que hemos logrado; pero también, en todo lo que nos falta por hacer.
Sentires
No hay mejor sentimiento en el mundo que salir de la caja del espectro binario en el cual solo existe la posibilidad de hombre, con pene y mujer, con vagina. Abrirme a la amplia gama de diversidad fuera del espectro me salva la vida todos los días. Acompañade de mis amigues, me adentré en un proceso de búsqueda y me encontré.
Nunca fui descuidada con mi apariencia, solo no me sentía como la sociedad vende que se debe sentir una mujer.
Nunca fui una «machúa», solo me expresaba como me sentía cómode.
Nunca fui la «lesbiana» de la escuela, solo experimentaba gustos, amores y placeres sin importar el órgano sexual que la persona llevara entre las piernas ni su identidad.
Nunca el problema fui yo. EL problema era que no se me permitía ser.
Todo cambió cuando descubrí que era una persona de género fluído, no binaria y pansexual. Todo cambió porque, por fin, me entendí.
Oposición
Lo que, a veces, me resulta difícil de comprender es tanta oposición al cambio. Si, básicamente, todo en nuestras vidas es evolucionar, ¿por qué se niegan a este tipo de evolución? ¿Por qué sí se pueden acoger a otros tipos de evoluciones, pero no a esta?
La cultura evoluciona.
La música evoluciona.
Las costumbres evolucionan.
El lenguaje evoluciona.
Nosotres también evolucionamos y seguiremos haciéndolo.
Respeto
Es lo único que pido.
Respeten los pronombres.
Respeten la identidad de género.
Respeten la evolución.
Respeten nuestro presente.
Respeten cómo queremos ser llamades.
Respeten los cambios.
Respeten los procesos.
Respeten los gustos.
Respeten los colores.
Respeten la diversidad.
Usen la -e-.
Me introduzco, nuevamente…
¡Hola! Mi nombre es Adriana Gabriel. Me identifico como una persona de género fluido y no binaria. No me relaciono directamente con ningún género, aunque a veces sí. Por eso, utilizo los pronombres ella, elle y él. Me funciona que fluctúen entre los tres, también, que si tienen dudas me pregunten y no asuman.
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