Puede que si escuchas la palabra teranga no sepas lo que es. Teranga es una palabra senegalesa que significa «acogida: hoy usted es el dueño de esta casa», con una connotación de hospitalidad. Esta palabra ha acompañado a un grupo de jóvenes granaínos que hace tres años empezaron a unirse y a poner su granito de arena en el mundo de la sensibilización, la cooperación y la acción local. Este grupo ha escogido este concepto senegalés para dar nombre a su asociación, recientemente consolidada oficialmente, que tiene sede en Granada.
Blanca Herrera para La Independiente.
INFORMACIÓN
Coordinadora: Primero de todo, tanto yo como La Independiente quisiéramos agradeceros al equipo de Teranga 360 el habernos concedido la siguiente entrevista, que se organizará en tres bloques: información, proyectos y opinión.
Teranga 360: Gracias a la revista por darnos voz. Se agradece mucho que alguien se interese por lo que hacemos y nos encanta compartir con la gente aquello que somos.
C.: ¿Qué es Teranga 360?
T.: Teranga 360 tiene una misión y valores definidos. Por encima de todo, pretende ser lo que fue desde el inicio: un espacio seguro y de acogida creado por y para jóvenes. Un lugar de enriquecimiento que te haga consciente de que hay otras personas que, al igual que tú, están interesadas en ser activas socialmente para incidir, en la humilde medida de lo posible, en la realidad que les rodea. Un espacio en el que trabajar en equipo para ese fin: desarrollar habilidades y descubrir fortalezas y flaquezas. Un espacio de escucha para compartir experiencias, inquietudes y emociones.
Así pues, la misión de Teranga 360 es crear experiencias de desarrollo personal y comunitario con los jóvenes, contribuyendo a la construcción de un mundo sensible y concienciado, donde la cooperación y la responsabilidad sean el contexto. Con este fin, basamos nuestro trabajo en tres de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El primero, Salud y Bienestar, comprometiéndonos a la promoción de estilos de vida saludables. El segundo, Acción por el Clima, comprometiéndonos a la creación de una conciencia colectiva en torno al medio ambiente y conservación de éste. Finalmente, el tercero, Ciudades y Comunidades Sostenibles, comprometiéndonos a impulsar iniciativas sostenibles en pro del desarrollo humano, la convivencia y la ciudadanía activa.
Teranga 360 se constituye en torno a dos ejes principales de actuación: acción local y cooperación internacional.
A través de la acción local, la asociación se consolida como comunidad con objetivos por todas las personas. Se rige por unos valores de compromiso, sensibilidad, cooperación, empoderamiento y apertura.
C.: ¿De dónde proviene vuestra financiación económica? ¿Para qué proyectos está pensada?
T.: Actualmente, Teranga 360 no recibe ninguna financiación de fuentes ajenas como organismos gubernamentales. El dinero para nuestros proyectos procede, por tanto, de donaciones, la venta de merchandising y la organización de eventos benéficos. Además, hemos empezado a lanzar mediante Teaming un programa de recaudación en el que se puede colaborar con 1€ al mes. Este dinero recaudado se destina, mayoritariamente, a nuestros proyectos en Senegal. Sin embargo, desde Teranga 360 queremos también aportar nuestro granito de arena a la acción local. Tratamos de destinar, ocasionalmente, ese dinero a diferentes retos locales. Por ejemplo, la reciente aportación económica a la Fundación Escuela de Solidaridad como ayuda ante la emergencia sanitaria y social. Tenemos intención de poder desarrollar pronto una cuota para socios más sólida.
C.: ¿Qué requisitos buscáis para nuevos integrantes?
T.: Simplemente personas con ganas e ilusión por construir una sociedad más justa. Que compartan la misión, visiones y valores en los cuales Teranga 360 se fundamenta. Personas con sentido de la responsabilidad social, con ganas de entregarse, de compartir y de formar una red de conexiones humanas que surge y crece.
Con mucha energía y buen rollo. En Granada, Senegal, o cualquier punto del mapa, y sin temor a los conflictos que puedan surgir en el proceso, estamos abiertos a toda persona que tenga curiosidad, ganas y tiempo que dedicarle. Creemos que todas y todos tenemos algo que aportar a los demás y a la realidad social y medioambiental. Nuestro mayor deseo es inspirar a otras personas. Darles la oportunidad de que se contagien de esa actitud y se aventuren a ponerla en práctica con sus propios ojos y manos.
También somos conscientes de que el funcionamiento de una asociación requiere trabajo y esfuerzo por parte de cada integrante. Por ello, para nosotros el compromiso es algo en lo que hacemos especial hincapié.
C.: Si alguien estuviera interesado en ayudaros, ¿cómo podría hacerlo?
T.: Si es ajeno a la asociación, puede colaborar económicamente. Para ello, puede participar mediante diferentes opciones:
- Registrándose en Teaming y donando 1€ al mes (programa de socios comentado previamente).
- Colaborando de forma activa en nuestros proyectos de recaudación de fondos (a través de nuestro merchandising). También participando en las actividades que proponemos mediante redes sociales (por ejemplo, un bingo solidario).
- Asistiendo a los eventos benéficos que organizamos, donde nuestra asociación se lleva un porcentaje económico de las ganancias.
- Mediante una transferencia a nuestra cuenta bancaria. Para el sustento de Teranga 360, es imprescindible el apoyo económico. Así, podemos conseguir recaudar los fondos necesarios para llevar a cabo y sacar adelante los diferentes proyectos que apoyamos cada año con toda nuestra energía.
Por todo esto, os animamos a participar de forma activa en nuestros eventos. Y, por supuesto, siempre estamos abiertos a nuevas propuestas.
PROYECTOS
C.: Por vuestras redes sociales sabemos que estáis en contacto con Senegal. ¿Cómo conseguisteis llegar allí y cuál es vuestra labor?
T.: El origen del grupo surgió en un ambiente altamente innovador. La idea era acercar a jóvenes de Bachillerato a realidades de exclusión, promoviendo una serie de experiencias de voluntariado en centros sociales. Era a través del PESC (Plan de Educación Social de Cáritas), un proyecto en el que, durante un año, se desarrollaban una sensibilidad y una humanidad hacia realidades que están muy cerca de nuestros ojos y nuestras manos. Además, se proponían diversas experiencias para el verano, como los campos de trabajo en Almería con inmigrantes o en Tánger (Marruecos) con grupos scouts locales. En el verano de 2017, fruto de este proceso, empezamos la aventura ocho voluntarios y voluntarias en Senegal de la mano de los Oblatos de María Inmaculada. Fue una experiencia de cooperación internacional.
Después de un mes lleno de emociones, empapados del espíritu de la teranga senegalesa, decidimos darle solidez a todo lo que vivimos. Elegimos contar nuestra historia a otros jóvenes para que también pudieran tener la oportunidad de vivir esa realidad. La acción que hacemos allí es un viaje a Senegal, de una duración de un mes aproximadamente. Ahí, se realiza un campamento de verano con los niños del pueblo. El objetivo es apoyar al centro socioeducativo de los Oblatos de María Inmaculada en Elinkine (Casamance) y Nghel (Diourbel).
C.: ¿Cuál ha sido vuestra experiencia allí?
T.: Vivir en primera persona una realidad tan diferente a la nuestra ofrece la oportunidad de descubrirte a ti mismo. De conocer tus miedos reales, de ser consciente de prejuicios que, quizás, creías que no existían en tu subconsciente, de adaptación, de aprender e incluso de «desaprender» y de valorar. Todas esas ganas de entregarte, de darte a los demás, y esa intención tan clara con la que emprendes un viaje como este se ven invadidas por todo lo que recibes, aprendiendo que para dar hay que saber recibir. Y ese recibimiento, con el corazón abierto y abrazando todas y cada una de las emociones y sensaciones que nos recorrían por dentro, dejan en cada uno de nosotros una semilla que queremos seguir regando y llenado de vida, construyendo Teranga 360.
Indudablemente, quienes tenemos la suerte de vivir una experiencia así, experimentamos un revoltijo de pensamientos y emociones que hacen que no seamos las mismas personas que éramos antes de participar en la que, para muchos, tal vez sea la mejor experiencia de nuestras vidas. Esto puede sonar un poco tópico, pero es algo que experimentas cuando vuelves a pisar tu casa. Te das cuenta de que en los pies con los que ahora caminas hay algo nuevo, diferente. Preparado para emprender un camino de conexión.
El alcance de ese viaje fue tal para nosotros que no queríamos que se quedara únicamente en eso, en «una experiencia de cooperación internacional». De alguna manera, queríamos delegarlo a la vuelta a más jóvenes y, así, alcanzar uno de los objetivos de ese intercambio cultural. Seguir por ese camino que poco a poco cambia el mundo. Transmitir a nuestro alrededor una realidad invisible para muchos ojos y poder actuar en consecuencia. Crear un mundo sensible y concienciado. Ese es el cambio en el que creemos.
C.: Siguiendo con Senegal, ¿tenéis pensado ya algún proyecto para este año?
T.: Actualmente, nos encontramos enfocados en tres proyectos principales en Senegal:
El primero es la reconstrucción de dos pozos en el pequeño pueblo de Nghel, en la región de Bambey. Este proyecto comenzó en el año 2018. Por fin, podemos decir que estará acabado en aproximadamente dos meses, según lo que nos permita la situación de emergencia actual.
El segundo proyecto surgió este año, a raíz de la visita a Nghel por parte de nuestros voluntarios el pasado verano, en 2019. Consiste en llevar la red eléctrica a dicho pueblo. Actualmente, solo cuenta con la luz que ofrecen unas placas solares instaladas en dos casas. Por supuesto, no cubren las necesidades de las casi 2 000 personas que pertenecen a la población de dicho pueblo. Este proyecto se lleva a cabo con otro grupo de voluntarios de Madrid.
El tercer proyecto surge por la situación actual que nos plantea el coronavirus y la incertidumbre de si será posible realizar el viaje este verano. Dado que no sabemos si podremos estar presentes para desarrollar los campamentos, queremos seguir dando la oportunidad de que se realicen las actividades. Mediante una aportación económica, será posible pagar a los monitores necesarios, así como al resto del personal del campamento y la comida de los asistentes. Nuestro objetivo sería reunir dinero suficiente para conseguir que el campamento cueste 1,20 € por niño/a. Esto sería suficiente para que los menores pudieran disfrutar de ocho días de campamento con todas las comidas incluidas.
C.: Hemos visto que hace poco lanzasteis una campaña para la Fundación Escuela de Solidaridad con el fin de apoyarlos económicamente. ¿Qué relación tenéis con esta fundación?
T.: Algunas y algunos de los integrantes de Teranga 360 conocían la Fundación Escuela de Solidaridad al haber colaborado previamente al comienzo de nuestra asociación. Así, empezamos a establecer lazos con la FES. Ha sido a lo largo de los años nuestro lugar principal para hacer voluntariado, para llevar a cabo las convivencias y para acompañar a los nuevos voluntarios y voluntarias a conocer algunas de las historias y realidades que acoge la Fundación.
También la FES nos ha apoyado como organización de envío cuando hemos solicitado subvenciones para enviar a universitarios para los proyectos en Senegal. Es para nosotros un hogar especial, de encuentro y conexión. Creemos que en estos momentos de más urgencia y necesidad es cuando las organizaciones que nos dedicamos al mundo social y medioambiental tenemos que fortalecer nuestros vínculos para cooperar unos con otros.
C.: ¿Tenéis pensado apoyar a otras fundaciones? Si es así, ¿a cuáles?
T.: Uno de nuestros fines es el asociacionismo. Es decir, la creación de una red de entidades que nos permita trabajar de manera conjunta. Que se enfoque, como Teranga 360, en crear experiencias de desarrollo personal y comunitario para los jóvenes con los que trabajamos.
Actualmente, hemos colaborado en el desarrollo de proyectos con la Asociación Madre Coraje, la Fundación Escuela de Solidaridad, Los Oblatos María Inmaculada y Granada Social. Muchos de nuestro jóvenes están involucrados con otras organizaciones como la Asociación Solidaria Del Revés, Asociación Mundus, Association of Intercultural Mediators, WWF y Asociación Amigos de los animales Granada. También, gracias al proyecto Start The Change!, colaboramos con organizaciones de Jerez, Sevilla y Granada.
Consideramos que Teranga 360 funciona como puente para que los jóvenes puedan conocer, involucrarse y formar parte de proyectos y entidades al servicio de la comunidad.
C.: Sabemos que durante todo el curso estudiantil lleváis a cabo varias actividades de formación. ¿En qué consisten y qué objetivo tienen?
T.: Pensamos que la educación es una de las armas más importantes que tenemos a mano para hacer de este mundo un lugar mejor. A través de estos cursos de formación, nuestra intención es la de aportar a la juventud de hoy en día un conocimiento sobre materias, competencias y aptitudes que por desgracia nuestro sistema educativo no contempla como necesario.
Actualmente, ofrecemos un programa formativo resultado del conocimiento que disponemos, teniendo en cuenta que nuestra asociación está formada por personas de todas las áreas:
biosanitaria, tecnológica, social, artística… Este programa, desarrollado con una metodología práctica, experiencial y teórica, aborda temas desde la organización de programas de cooperación y su importancia, pasando por salud, desarrollo personal y ética del activismo y voluntariado, hasta temas de medio ambiente, cambio climático y activismo medioambiental.
Con todo esto, pretendemos ofrecer un conocimiento y unas herramientas que puedan provocar un empoderamiento en la juventud que nos rodea, en nuestros futuros adultos, y con ello conseguir un cambio visible en la sociedad actual y la sociedad del futuro.
C.: Hemos visto que varias de estas actividades las ha impartido la asociación Madre Coraje. ¿Qué relación tenéis con ella?
T.: Teranga 360 forma parte del proyecto europeo Start the change! (STC), orientado a fomentar la ciudadanía activa en jóvenes. Se enfoca en los ODS, con énfasis en el fenómeno de la migración y su relación con la desigualdad global. El proyecto se desarrolla en doce países europeos con quince organizaciones activas, y pretende poner en práctica un modelo educativo innovador y replicable para generar ciudadanía activa global y contribuir al logro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En España, Madre Coraje es la organización encargada de llevar a cabo esto.
Ellas diseñaron un plan de trabajo el año pasado con el objetivo de proporcionarnos los contenidos y habilidades para empoderarnos y afrontar estos retos globales. El producto fue la creación de un vídeo con la experiencia migratoria de personas acogidas en la FES. Posteriormente, lo proyectamos en nuestros talleres realizados en Senegal con los jóvenes del pueblo para compartir un debate abierto acerca de esta problemática. Además, este año recibimos una formación de la mano de Madre Coraje centrada en migraciones, sostenibilidad y educación para el desarrollo.
Por otro lado, dentro del marco de STC, uno de nuestros jóvenes tuvo la oportunidad de viajar a Lampedusa en octubre, donde todos los años se reúnen organizaciones y jóvenes de toda Europa en unas jornadas que conmemoran a las personas que nos dejaron en el trágico naufragio del 3 de octubre de 2013.
OPINIÓN
C.: ¿Qué pensáis de que, en general, las noticias se centren más en Europa y América y dejen atrás a países africanos, latinos y orientales?
T.: Esta pregunta se podría abordar desde dos perspectivas distintas. La primera pondría de manifiesto el alcance del interés que sentimos por una parte de la población en detrimento de la otra, que no forma parte de esa idea que tenemos del nosotros; la segunda no se referiría a qué se dice sino al cómo se dice. A la forma de hablar de esos países y de sus poblaciones.
Consideramos a los países africanos, latinos y de oriente como si fueran una realidad con la que no nos sentimos identificados. Por eso, solo atendemos a las noticias del mundo en la medida en que están estrechamente ligadas con Occidente. Uno de los ejemplos más ilustrativos ocurre con la repercusión que tienen las muertes en los medios. Apenas nos acordamos de que el Mediterráneo o el Atlántico se hayan convertido en cementerios de migrantes, mientras que, por otro lado, nos escandalizamos con las muertes de occidentales.
Y, por otro lado, es importante tener en cuenta los términos en los que se habla de esto. La imagen de las poblaciones no occidentales es utilizada para transmitir una visión decadente y que no hace sino consolidar el triunfo de los clichés. Ejemplos los vemos con las enfermedades o con las guerras, en los que se potencia la ya existente imagen de África como tumba del hombre blanco o la visión simplista de conflictos meramente tribales o de religión. La realidad es mucho más compleja, y pone al descubierto los intereses fundamentalmente extranjeros en el continente.
Se trata de una tremenda injusticia, y más aún cuando es en África, el continente más rico en recursos naturales y de donde se extraen numerosas materias primas fundamentales para el funcionamiento del injusto sistema capitalista.
Además, es complicado acceder a las fuentes que proporcionan información veraz sobre lo que realmente ocurre en esos países debido a la poca transparencia que ofrecen las personas con capacidad decisoria (llamados políticos de modo genérico, pero no solo ellos), que son piezas imprescindibles de este sistema.
Por ello, desde Teranga 360 queremos visibilizar aquellas noticias, imágenes y discursos que no solo dan importancia a lo que ocurre en nuestra realidad más cercana, sino también en África. Por ello, apoyamos las iniciativas y las noticias que amplifican la voz y aportan visibilidad; no solo a las que cuentan lo que ocurre allí desde la visión más catastrófica, sino también a las que rompen con la visión tradicional de África, los africanos y los afrodescendientes.
C.: Debido al bombardeo de noticias que estamos recibiendo sobre el coronavirus, ¿qué pensáis de que, habiendo habido enfermedades que afectan a muchos países de África, no se nos haya informado de igual manera?
T.: Este ha sido y es uno de los grandes problemas del ser humano, y no nos dejará evolucionar hacia formas de vida más comunitarias, empáticas y de cooperación si no lo cambiamos. Nos referimos al homocentrismo, que pensaba que el ser humano era el centro del universo. Pese a que, con el tiempo, la ciencia ha ido colocando al ser humano cada vez más en un segundo plano, las consecuencias de este pensamiento siguen estando presentes. El pensamiento individual donde «lo único que me importa es mi bienestar y me da miedo o rechazo aquello que me afecta directamente» crea estas desigualdades inmensas y cada vez más grandes en la sociedad actual. Las pandemias de África están en África, y eso no nos afecta.
Por otro lado, el recibir tantas noticias sobre guerras y muertes nos ha hecho de alguna forma inmunes. Hay noticias de África que nos llegan, pero las vemos tan lejanas y estamos tan acostumbrados que, por ejemplo, el dato de que haya más de 800 millones de personas en el mundo pasando hambre no es un dato alarmante. Ojo: 800 millones de personas.
El desarrollo de la sociedad no está tanto en el sistema que nos rige sino en la consciencia que nos mueve. En el momento que entendamos que el bienestar del de al lado es nuestro bienestar, y que el fracaso o dolor de una persona es también sufrido por nosotros, seremos capaces de crear un espacio en el que todo el mundo sea escuchado y atendido, donde el bien común prevalezca al individual.
C.: En este tipo de proyectos, hay gente que ve una oportunidad de hacer turismo y de aumentar seguidores en redes sociales; ¿qué pensáis de esto?
T.: Somos una asociación que cree firmemente en el movimiento juvenil y su implicación en el cambio social. Los jóvenes contamos con herramientas tecnológicas y habilidades en el manejo de redes sociales, pero somos conscientes del arma de doble filo que supone y de la responsabilidad que conlleva su uso. Es de gran utilidad para la difusión de proyectos y transmisión de mensajes a la sociedad, rápido, de fácil acceso y muy gráfico y directo.
Nuestra forma propia de hacer frente al conocido volunturismo es con el contacto directo con las comunidades senegalesas con las que cooperamos. Esto es relevante para cualquier proyecto de cooperación internacional, ya que es importante que la necesidad sea expresada por la población que la vive y que no seamos los europeos que queremos ayudar los que decidamos aparecer con una varita mágica. Así, nuestros proyectos se caracterizan por la colaboración y trabajo en comunidad, que nos integra y acoge para el desarrollo del voluntariado.
De forma individual y durante todo el año, nuestras voluntarias y voluntarios se forman mediante talleres, reuniones y cursos, en los que abordamos diferentes temáticas. Es aquí también donde encontramos el espacio en el que establecer debates de distinta índole, y hemos tratado este tema buscando concienciar sobre el uso responsable de las redes.
Este tipo de experiencias cambia la mirada de aquel que las vive, y compartirlas puede ser la forma de encender una chispa en quien las lea y le anime a salir de su zona de confort. Pero no olvidemos que lo que vivimos lo hacemos desde la entrega, la solidaridad y el aprendizaje, no desde el ego y el orgullo de prestar ayuda a quien nosotros decimos que la necesita.
C.: También hemos visto que apoyáis proyectos para cuidar y concienciar sobre el medio ambiente. ¿Pensáis que aún sigue habiendo esperanza para el planeta?
T.: La verdad es que es una pregunta muy compleja y que, sin duda, casi todos nos hemos planteado más de una vez. El problema de esta cuestión es que, desgraciadamente, lleva a muchas personas a tomar actitudes pasivas bajo el pretexto del «ya todo está perdido».
La última Cumbre por el Clima celebrada en Madrid en diciembre nos dejó estas palabras: «el cambio climático es el mayor desafío de nuestro tiempo y ahora nos encontramos en un momento decisivo para hacer algo al respecto. Todavía estamos a tiempo de hacer frente al cambio climático, pero esto requerirá un esfuerzo sin precedentes por parte de todos los sectores de la sociedad».
Si bien no hay duda de que la situación es crítica y las respuestas deben ser inmediatas, una cosa queda clara: se requiere un esfuerzo por parte de todos los sectores de la sociedad. Es por esto que ya no vale cuestionarse la utilidad de las acciones individuales. Desde Teranga 360, como grupo de jóvenes que quiere moverse, crecer y concienciar, quedarse de brazos cruzados no es una opción.
No solo creemos que los pequeños gestos individuales pueden ir moviendo cada vez a más personas, sino que defendemos que todo está interconectado e influye. Aumentar la concienciación, el asociacionismo o simplemente conseguir poco a poco cambiar los hábitos de consumo de la población son cosas que pueden desembocar posteriormente en cambios políticos relevantes. Pero no solo eso, sino que la simple concienciación nos lleva a aprender a disfrutar de los espacios naturales y, arropados por esta magnánima naturaleza que no discrimina, también nos lleva a aprender, a crecer y a desarrollarnos en ellos; y eso ya es un beneficio enorme en sí mismo.
En definitiva, saber si hay esperanza o no para nuestro querido planeta es una cuestión complicada pero, sin duda, creemos que hay esperanza para los seres humanos y que el cambio para que acabemos aprendiendo a vivir en armonía con nuestro entorno es posible.
Desde la revista La Independiente queremos dar las gracias a Teranga 360 por dejarnos haceros esta entrevista y acercarnos un poco más al mundo de la cooperación. Ha sido todo un placer trabajar con todo vuestro equipo y esperamos que todos vuestros proyectos se hagan realidad. Por más proyectos como Teranga 360.
Algunos de los miembros de Teranga 360 son:
David Hernández Pedregal: presidente.
María Martín-Aragón García: vicepresidenta.
Daniel López-Barajas López: secretario y tesorero.
Carlos Lagarde Cabañero: acción local.
Alba Rodríguez Delgado: redes sociales.
Carmen Martínez Gámez: reuniones.
Iván Ballesteros Barnie: gestión de proyectos.
Yago de la Escalera Esteban: recaudación de fondos.
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