Si de algo es sinónimo Granada, es de arte y de cultura. Desde los versos de Lorca hasta los quejíos de Marina Heredia, pasando por todos los pintores que, embelesados, tratan de captar la esencia de la ciudad en sus lienzos; todos acabamos formando parte de un mismo cuadro.
Y estoy agradecido de vivir aquí, ya que este es un lugar que rebosa de oportunidades para crecer como persona mediante cualquier ámbito artístico, como si fuera el kilómetro cero de una peregrinación al centro de la vida. A cambio, como agradecimiento, quiero hacer un recuento de diferentes proyectos, iniciativas, lugares, eventos y personas que han influido en mi bagaje por estas calles.
La Tertulia y otros locales
¿Qué se puede decir de La Tertulia? Sus 40 años de historia hablan por ella.
Aquí se han alojado eventos tales como la Granada Slam Poetry, un divertido formato en el que diez participantes tienen tres minutos para conmover a un jurado formado por cinco personas elegidas del público, usando la voz y la interpretación como únicas herramientas. Pero, por otro lado, personalmente, prefiero cooperar a rivalizar, así que me siento más cómodo en eventos con un formato no competitivo como Escaparate de poesía en La Tertulia, con su cartel de poetas tratando de dar visibilidad a quien quiere adentrarse en este mundo; las Jams sessions de poesía locales, presentadas por Pablo Rompe; Las Jams Fusion, presentadas por Alberto Sin Metáforas y en las que música y poesía conectan para crear experiencias únicas o la Jam de poesía Temática presentada por Antonio Alfaro, en la que un tema recomendado sirve como «musa» para que diferentes poetas le den voz y forma.
Otros locales también han cedido sus escenarios a distintos micros abiertos hambrientos de versos: La Noche Lírica en el Pata Palo, presentada por Carmen Barranco; la Jam de San Valentín en el Mirador de Morayma; los Micrófonos abiertos literarios organizados por el Taller de escritores de Granada en el Pub Liberia y en La Qarmita; la Jam Luces de Bohemia en el Sitio de Loa o el Micro Abierto Entresuelo son algunos ejemplos.
Al aire libre
No solo en locales se esparce la poesía como un virus que cura el alma: en plazas y en terrazas también se han juntado grupos de gente con la intención de recitar la expresión de sus entrañas. Otros lugares, otro formato. Más pequeño, más familiar. Un ejemplo son las jams artísticas organizadas por Libélulo en distintos enclaves del Albayzín. Por otro lado, El Verso Cítrico fue un evento con un cartel de cuatro artistas (dos músicos y dos poetas) en el que, en cada actuación, había un «poema sensorial» y un «material sensorial» con los que estimular algún sentido más allá del oído. Con un aforo reducidísimo, Alberto Sin Metáforas organizó varias ediciones de dicho evento durante 2019, en una terraza con vistas privilegiadas a la Alhambra.
Posteriormente, el evento se pasó a realizar en la ya mencionada Tertulia, para finalmente acabar adaptándose al confinamiento en un formato online.
Siendo sinceros, la situación actual está complicada para todas las personas que viven (de) la cultura. Cada vez hay más barreras para el arte, y las consecuencias de una pandemia mundial son una muy alta.
¿Y el futuro?
La situación de muchos de los locales mencionados es incierta, y esto último no es algo exclusivo de Granada. Hay mucha gente alrededor del globo trabajando del arte, y que bajo un mismo contexto de precariedad se ha unido en un movimiento conocido como Alerta Roja, que movilizó masivamente a la gente involucrada en el sector el pasado 17 de Septiembre.
Volviendo al tema que nos concierne, la poesía en vivo lo tiene difícil en Granada. La incertidumbre pesa y es imposible saber qué es lo próximo que vendrá o cómo nos adaptaremos. Sin embargo, hay iniciativa y hay ganas de hacer cosas. Hay esbozos de qué queremos hacer, y es seguir compartiendo arte.
Durante los meses de verano, se realizó una última edición de Poetry Slam Garnata en el Bistro del Mundo y se organizaron un par de certámenes de poesía en el Taller de Arte Vimaambi, un pequeño pero familiar local en el corazón del Albayzín que sigue apostando por la poesía recitada.
En espacios seguros, como este taller, es donde seguiremos haciendo poesía. Nuestro ánimo es seguir organizando allí un par de eventos mensuales en dicho lugar, para seguir avivando una llama que nunca se debería apagar.
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