A grandes rasgos, la piel está formada por tres capas diferenciadas en estructura y función: epidermis, dermis e hipodermis o tejido subcutáneo.
En una caída normal, un raspón de pasada o un leve arañazo, lo más común es que sea la epidermis la que se lleve la peor parte. Se suele decir entonces que te has «levantado la piel».
Levantado y no roto. Como quien levanta una alfombra en mitad de una habitación para dejar al descubierto bajo ella una trampilla.
Causas del levantamiento de la epidermis:
- El gusto por otro gusto.
- El tacto en el trato.
- El oído compartido.
- El buen olfato al elegir a quien dar la mano.
- Las visiones que se aproximan a una misma.
En ciertas ocasiones, la caída se dramatiza levemente y acaba en corte. Inevitablemente se rasga la dermis doblándose hacia afuera. Como un flan desmontándose en todas las direcciones. Se dice entonces que te has «abierto la carne».
Abierto y no roto. Como quien abre el candado que sujeta una trampilla bajo una alfombra, en mitad de una habitación, para dejar al descubierto unas escaleras tras ella.
Causas principales de abrirse la carne:
- Sacar la ropa de un armario para dejar hueco a otra ropa con otro olor.
- Modificar las recetas para adaptarlas a cierto grado de especias respetable con otra boca, con otro sabor.
- Contar las latas de cerveza y palparlas buscando el frío que agrada a otra mano con otro tacto.
- Predecir el timbre por el ritmo de otros pasos, alterar el ritmo de tus pasos a la percepción de otro oído.
- Adaptar la rutina de pantalla a otra pantalla, con otra visión.
Las heridas que penetran más allá del tejido subcutáneo, como las punzantes y los impactos de bala, ya no son atendidas según su relación con la piel o con la carne que la rodea. Estas se clasifican en base a su gravedad y a si ha o no ha afectado a los órganos comprendidos dentro de dicha piel.
Se dice entonces que estás jodida. Se dice «está jodida, pero ha tenido suerte» o «tiene mal asunto la cosa, está jodida».
Jodida, que no rota. Como quien obliga a sus pies, uno detrás de otro, a bajar las escaleras que estaban tras la trampilla, bajo la alfombra, en una habitación vacía, para descubrir peldaño a peldaño que no hay modo alguno de orientarse.
Causas principales de estar jodida:
- Enseñar a tus sentidos desde cero a percibir un nuevo espacio.
Sin vista, ni oído, ni olfato. Sin gusto y sin tacto. En mitad de la nada, de una ausencia absoluta de estímulos aprendidos, comprende momentáneamente que no puede habitar el espacio sin ser a su vez habitada. Esta situación suele describirse como llevar a alguien dentro, «bajo la piel».
Y es ahí, ahí en ese lugar infinito al final de la escalera, andando con cuidado para no herir las vísceras que te rodean, donde entiendes que la intimidad nunca fue un concepto abstracto.