Se extinguirá mi nombre
en el vientre de la mujer eterna,
donde mueren el sueño
y el cuerpo del hombre,
bajo el nimio horizonte
de los grises y el cielo,
donde nací y crecieron
los poetas y pintores.
Llenos de girasoles
los campos en sus ojos;
huérfanos, rojos
como el llanto de las flores.
Se extinguirá mi nombre en el recuerdo.
Deja un comentario