La ansiedad es la falta de aire.
Te come viva, hasta el tuétano.
Es morderte las uñas del alma hasta que sangre. Esperar el golpe.
Ansiedad es dar por perdido antes de empezar.
Ansiedad es un dolor en el estómago que nada tiene de mariposas. Es leer lo mismo diez veces.
Es volver a casa a comprobar que el fuego está apagado. Es no poder decirle a tu madre que estás bien. Es decirle a tus amigos, sí, ya estoy mejor. Es despertarte rara. Es tener lágrimas en la punta de la lengua.
La ansiedad es una mierda.
Y, mira, yo vivo con ella ¿sabes? A veces me deja tranquila unos días, semanas, meses incluso, y me olvido de que existe.
Y tal vez, no lo haga. Pero vuelve. Y me araña por dentro y me recuerda que es real. Me promete castillos de basura y finales tristes.
Existe porque existo, me dice.