La luz reza en tu cuerpo,
tus ojos perdidos en la niebla,
y ahora que es de noche…
No nos tocamos.
Pero nos sentimos.
…confío…
Mueves las manos
retorciendo tus miedos
como si fueran cuerdas.
Observo tu comportamiento
tu cuerpo acompaña mi muñeca
ante el movimiento que la tensa.
Nuestras almas tiemblan.
Dos desconocidos, por primera vez,
se enredan.
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