El objetivo de toda vida es la diversidad.
Quizás eso nos hace semejantes
de alguna manera.
Compartimos espacio y tiempo.
Presencia.
Historias, narrativas y hasta arquetipos.
Compartimos el firmamento,
aunque habitemos otras
estrellas.

Surfista de la incertidumbre, alquimista de la palabra y tejedor de realidades.