Ciudad de espejos,
es solo un reflejo
de la huida del complejo
que habita dentro de cada ser.
Complejas las relaciones
basadas en la inacción.
Un banquete de desilusiones
que son piedras en los riñones
y mala sutura en el corazón.
Sangre que riega los campos,
agrietada la piel por el sol.
Son amargos los naranjos
que arraigaron en tu corazón.
Veo el espejismo
y entiendo la ilusión.
Sé que fueron tus dedos de fuego
los que me convirtieron en carbón.
