Rosas, claveles y orquídeas
sufren el acoso constante de los poetas,
casi como la luna, y casi nadie menciona
las blancas flores de los cactus,
la humilde flor de la patata,
las milagrosas y diminutas flores alpinas.
Podría hacerse un corpus poético
solamente reivindicando
las cualidades de esas flores,
olvidadas por el mainstream floral.
También podría escribirse
la historia de la lucha sindical.
