José Carlos no consigue emocionarse como antes. ¿Era acaso la muerte lo que conseguía darle ese sabor especial a su filete?
Con lo último en neurotecnología implantado en su antiquísimo cortex, podía acceder al archivo de filete.rar y disfrutarlo cuando quisiera. ¿Qué más podía necesitar? Había pagado mucho por ese tipo de archivos y ahora… se da cuenta de que no era el filete en sí lo que tanto placer le daba.
El posthumanismo ha llegado sin que acabemos de plantear las preguntas adecuadas. Empezó con una coherente intención de socorrer a aquellos que hubieran perdido su movilidad o la vista, pero la soberbia acabó por hacernos la zancadilla definitiva. Ya no envejecemos. Ya no vivimos.
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