El pasado miércoles 23 de septiembre, en horas de la noche, tuvo lugar el robo de un relicario de oro y cristal, que contenía gotas de sangre del Papa Juan Pablo II, en la Capilla del Crucifijo de la Basílica Catedral de Spoleto en Italia.
«Quiero esperar que sea un acto de superficialidad, no con la intención de ofender la sensibilidad de los fieles. También quiero esperar que este gesto desconsiderado no se haya hecho con fines de lucro.» — Renato Boccardo, arzobispo de Spoleto.
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