No me disteis lo que necesitaba,
sino lo que necesitan otros,
y me negáis derecho a cobro
de lo que siempre me hizo falta.
No entró en vuestros planes
que alguien como yo existía;
mis ansias no están en la lista
y lo que pido no es aceptable.
Si llorando al cielo os pedí consuelo,
solo os vi ignorarme; vistazos ciegos.
No se habla de eso y no sale en la tele,
por lo tanto sobro y sobraré siempre.
Podéis dar el mismo y aún más dinero;
confundís lo práctico con lo necesario.
No podréis o no querréis nunca entenderlo;
mi afecto agonizó en la soledad despacio.
¿Qué queréis que diga? A joderse, se siente.
¿Queríais un hijo normal? Pues mala suerte.
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