Joyce Carol Oates es una autora que ha escrito 67 novelas, 41 libros de relatos cortos, 11 libros de poesía, 9 obras de teatro, 16 libros de no ficción, 6 libros juveniles y 3 para niños. Ha ganado muchos premios, pero lo que resulta curioso es que aún no le han concedido el Premio Nobel de Literatura. Sin embargo, ha sido candidata en varias ocasiones porque, la verdad, con novelas tan bien redactadas y con una historia tan bien cerrada como Puro Fuego, tarde o temprano, alguna de sus obras, casi por fuerza, tendrá que recibir dicho premio. Es una autora que vive de la escritura. Pero, debido a la gran cantidad de obras de Oates, resulta difícil elegir algo concreto para leer.
¿Por qué elegir Puro Fuego? En mi caso, me gustan las historias sobre bandas callejeras o delincuentes callejeros que actúan en solitario. Es por ello que esta me llamaba la atención: por ser una banda callejera de chicas en plenos años cincuenta del siglo pasado (sí, fue publicada en 1993, pero toda la acción transcurre en la década de los 50). Cierto es que Oates tiene muchos libros buenos, no obstante, su temática me atraía, incitándome a leerlo.
¿De qué trata? Son muchos los temas principales del libro, como la diferencia en el género, la raza, la clase social, la edad, etc. Primero, con respecto a las diferencias en el género, el objetivo de castigos y venganzas de la banda son ellos, el enemigo, los otros, la otra gente… Segundo, con respecto a la raza, es importante decir que salvo Legs y la protagonista Maddy-Monkey-Killer, el resto de los personajes odian a las gentes de raza negra siendo así como nunca aceptaron a niñas de color en la banda. Y, por último, con respecto a la clase social, la diferencia entre ricos y pobres da mucho juego, sobre todo en la última parte; la lucha de clases, el orgullo herido, el marxismo o un rico apiadándose de otro son algunos ejemplos detallados a lo largo de la obra. Cabe destacar que estos son los temas habituales de Oates en sus novelas (o eso dicen); sin embargo, en esta obra concretamente la autora construye un contexto en el que, sin él, el relato no tendría sentido, pues se compone de las memorias de Foxfire —una banda callejera fuera de la ley compuesta por chicas menores de edad— creada para combatir los problemas sociales a los que tenían que enfrentarse a diario.
«Escribir unas memorias es como arrancarte lentamente las entrañas centímetro a centímetro. Yo no lo sabía cuando empecé pero ahora lo sé.»
Puro fuego no deja de ser una novela callejera de tipo apostólica, es decir, una novela en la que el o la protagonista es un o una apóstol que nos narra lo que ha sucedido. Así, aunque Maddy es la protagonista-narradora, Legs es la jefa de la banda y, por ello, la protagonista. Al igual que sucede en otras novelas de bandas callejeras, se recurre a la táctica de un narrador-apóstol: alguien con una alta fidelidad que tiene un gran conocimiento tanto de toda la historia como del héroe-mártir, cuyo sacrificio final o desaparición, con respectivas esperanzas de su supervivencia o vuelta, es algo que sabes de antemano porque o bien se indica al principio, o bien sabes por el propio carácter de la historia. Otro ejemplo puede ser la tan conocida El club de la lucha de Chuck Palahniuk, publicada en 1996 —tres años más tarde que Puro fuego— y cuya idea, según su autor, surgió después de ver un programa de televisión de Bill Moyers donde se decía que las bandas callejeras no eran más que grupos de jóvenes que se criaban sin padres y que simplemente intentaban ayudarse entre ellos. Tal y como sucede con estas novelas, nuestra narradora va cambiando su papel de 1ª a 3ª persona, quitándose protagonismo y cediéndoselo a la historia, mostrándonos así que ella ya no forma parte de esa historia y que hay una evidente ruptura entre su pasado y su presente.
«Legs lo mismo que no sentía miedo a las alturas, ni a nadar en aguas revueltas, ni a la propia Muerte, tampoco temía arriesgarse a ponerse en ridículo. Tal vez piensen que eso no tiene importancia pero sí que la tiene… porque ponerse en ridículo y ofrecerse a la burla y al abucheo de los demás es algo para lo que hace falta tener agallas.»
De este modo, tenemos una apóstol que nos escribe el testamento de Foxfire, apóstoles que siguen fielmente a la mártir de su banda, villanos (desde un profesor de matemáticas que acosa a Red, pasando, cómo no, por la policía y otras bandas callejeras, hasta un gran empresario), una heroína a quien no le tiembla la mano ante nada y que, en ocasiones, llega a sacrificarse… En resumen, la historia es buena, y más si te gusta este género. También es importante decir que el cierre de la historia es absoluto; quiero decir, toda trama o duda abierta queda cerrada. Oates tiene en cuenta hasta el más mínimo detalle de cada trama abierta: es a través de la propia narradora que se despejan todas las dudas, aclarando al lector cada uno de los detalles de una forma muy específica.
«¿Por qué ha de significar esto que vayamos a durar siempre? ¿No crees que una llama es suficientemente real mientras arde… incluso aunque llegué un momento en que se apaga?»
No obstante, con respecto al estilo, como he dicho anteriormente, la narración varía de 1ª a 3ª persona, cediendo así el protagonismo a Legs; es a esta mártir a quien nuestra narradora-apóstol pasa el testigo, rompiendo de esta manera con la 1ª persona y nombrando a Maddy-Monkey-Killer como si fuera otra persona. Las descripciones son ligeras, explicando el grueso y dejando los minúsculos detalles a nuestra imaginación, pero a veces la autora utiliza la prosa para darnos una idea más específica de los detalles. Pero, desde mi punto de vista, lo importante son las frases. En esta novela puedes abrir cualquier página y rescatar varias frases típicas, de esas que se comparten o que se cuelgan en un tablón de corcho. Así, entre descripciones gruesas, prosa y frases para enmarcar, la narración hace que la lectura del libro sea muy ligera, en apenas una tarde se puede acabar. La historia comienza por el final y termina por el final. No es raro que una novela comience por el final, por lo que hay mucho juego con el tiempo y con la secuencia de los sucesos, y hay cosas que se adelantan o que atrasan su aclaración en el presente. En ocasiones, la narradora se disculpa y nos cuenta algún detalle de las notas que tenía en aquel momento, o por qué tiene que contar un suceso ahora y no antes ni después, o cómo llega a conocer tal detalle si ella no estaba presente en ese momento.
Por último, solo decir que hay una película basada en el libro (con Angelina Jolie en el papel de Legs); sin embargo, esta presenta demasiadas diferencias, al punto que resulta ser casi una historia completamente diferente. Es más, tras verla, os digo que en lo único que se parecen la película y el libro es en los nombres y apodos de las chicas de la banda. Además es una película bastante mala (y no solo lo digo yo). Mi recomendación es que olvidéis que existe y os leáis el libro, porque no hay ninguna manera de entender el argumento de la película, ni de por qué se cambió hasta ese extremo. En conclusión, este es otro de esos típicos casos de «¡mejor leerte el libro!», que es corto, su lectura es muy ligera y está muy bien.
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