Déjame desnudarte,
quitar una a una tus espinas
lentamente…
Déjame pincharme
mientras las aparto
de tu carnoso tallo.
Déjame que manche
mis manos de sangre.
Déjame cicatrices.
Déjame un recuerdo en el corazón
que perdure para siempre
y no sea muy amargo.
Déjame besar tus pétalos
y recordar su sabor.
Déjame enamorarme del aroma de tu flor;
déjame leer lo leído en tus labios.
Deja un comentario